cuando cumplas once te enseñe a manejar.
nunca va a ser suficiente, no caiga en esa trampa absurda.
te prevenga de que a pesar de lo que te quieran hacer creer, tenés todo el tiempo del mundo.
tenga en la casa cosas para dibujar y pintar: lápices, crayones, acuarelas, hojas bien grandes.
estoy obligado a sentarme y crear con vos.
mantengamos una exposición permanente en las paredes.
te pase en un papel esta lista:
  1. no dejes que el mundo te arruine la vida (depende sólo de vos)
  2. no hagas cosas que colaboren a arruinar el mundo
  3. hacé cosas que lo mejoren (desde tu perspectiva, confiá en ella)
  4. hacé de esas cosas tu "trabajo oficial", tu forma de vida
la lista es siempre una sugerencia*, sos libre (recordá siempre eso ¡sos libre!)



*como todo lo que te digo acá, como toda mi paternidad
comprenda que podes tener una larga lista de cosas a las que temer, pero que procure que la muerte no entre en el top 100
te avise que la capacidad de asociar todo con todo en la vida, la hace algo más compleja, pero también mucho más fascinante.
si te digo algo como "en mis épocas esas cosas no pasaban", te estoy mintiendo.
cuando ya seas capaz de sostener tu propia cabeza erguida, le compre una sillita a la bici y salgamos a pasear al menos dos veces por semana.
si con menos de once años, ves más de 4 horas semanales de tv, es demasiado.
cuando cumplas cinco veamos Charlie y la fábrica de chocolate.
te explique que aunque la vida no siempre esté buscando enseñarte algo, vos siempre vas a poder tratar de aprenderlo.